El actor nos cuenta con gran sentido del humor y optimismo toda una vida de lucha contra el Parkinson

A finales de 2020 Michael J Fox publicó sus últimas memorias y afortunadamente ya están disponibles en español. Con el fácilmente reconocible título No Hay Mejor Momento que el Futuro (No Time Like The Future en el original) Michael J Fox escribe sobre el Parkinson, la muerte, la importancia de los amigos y las oportunidades perdidas. Dicho así pudiera parecer un libro deprimente, pero gracias al eterno optimismo y sentido del humor del actor, sus reflexiones sobre la vida y la mortalidad nos hacen valorar y agradecer lo que tenemos.​​

En No Hay Mejor Momento que el Futuro sabremos cómo él, su mujer, sus cuatro hijos y su perro Gus han aprendido a convivir con el Parkinson. El primer síntoma fue un temblor en el meñique mientras grababa Doc Hollywood, y poco después -en 1991- fue diagnosticado con la enfermedad. Tenía tan solo 29 años y estaba en la cresta de la ola. Aún así no compartió su diagnóstico con el público hasta 1998, lo que significa que trabajó en muchos proyectos más sin que ninguno pudiéramos ni siquiera imaginar el calvario personal que estaba sufriendo.​​

Si le sigues un poco, sabrás que no son sus primeras memorias, ya que previamente ha publicado Always Looking Up, A Funny Thing Happened on the Way to the Future, y Lucky Man: A Memoir.

Sin embargo cuando Michael J Fox publicó No Hay Mejor Momento que el Futuro tenía 59 años. La esperanza de vida media de una persona que padece Parkinson es de 60 años. No es sorprendente por tanto que en su última biografía el actor reflexione sobre la mortalidad y prefiera concentrarse en los logros diarios, sin lamentarse por sus limitaciones físicas.

En su libro Michael J Fox comparte detalles como lo difícil que es dar un paseo hasta el gimnasio a la vuelta de la esquina de su casa, el cóctel de medicinas que tiene que tomar y la rehabilitación diaria. El actor también escribe sobre la operación a la que se tuvo que someter para quitar un tumor de la médula espinal y lo que le costó (física y mentalmente) volver a aprender a andar.

El viaje personal de Michael J. Fox ha sido espeluznante, y durante mucho tiempo llevó una vida autodestructiva de la cual le costó salir. Afortunadamente desde hace años está decidido a disfrutar de la vida y de los que le rodean. Hasta tuvo los bemoles de reírse de sí mismo y de su enfermedad en la serie El Show de Michael J. Fox (2013-2014), donde demostró que teníamos razón cuando nos enamoramos de Martin McFly tantos años atrás.

En No Hay Mejor Momento que el Futuro Michael J Fox reconoce que hay muchas cosas que no puede hacer -ocasionalmente tiene que renunciar a planes familiares- pero él prefiere concentrarse en las que sí puede hacer. Como gestionar la Michael J. Fox Foundation. Creada en 2000, y una vez hecha pública su enfermedad, el actor inauguró su fundación para la investigación del Parkinson, por medio de la cual ha recaudado ya más de un billón de dólares​.

Personalidades del mundo del entretenimiento como Julianna Margulies, Seth Meyers y Tina Fey, son amigos asiduos que le ayudan a recaudar fondos, y uno de los más involucrados en el proyecto es Ryan Reynolds. El actor de Deadpool perdió a su padre por Parkinson en 2015, por lo que conoce de primera mano las devastadoras consecuencias de la enfermedad. Ya en 2008 colaboró con la Fundación Michael J. Fox cuando participó en la maratón de Nueva York con el Equipo Fox (la completó en menos de 4 horas y recaudó 100.000$ para la investigación de la enfermedad). Un año después, Ryan Reynolds se convirtió en miembro del Consejo de Administración de la Fundación Michael J. Fox.