En su película, la actriz interpreta a una luchadora de artes marciales con 55 años.
La actriz ya puede añadir “directora” a su largo currículum y a su Oscar a la Mejor Actriz Principal. “¡HOY es el día!” anunciaba emocionada en Instagram. “Bruised ha llegado a los cines. Con esta película, demuestro que la edad realmente solo es un número y que, como mujeres, no tenemos límites.”
Dirigida y protagonizada por Halle Berry, la película de Netflix Bruised (Herida) narra la vida de Jackie Justice, una luchadora de artes marciales caída en desgracia, que lo dará todo por recuperar la custodia de su hijo y volver al ring.
Muchos se han sorprendido por el papel de Halle Berry en Bruised. Primero, por el espectacular cuerpo que luce la actriz con 55 años (Blake Lively fue la primera opción para interpretar el papel, pero lo rechazó.) Segundo, porque ha tenido la osadía de salir “fea”, con cortes, moratones y unas enormes ojeras. Que está en forma y se defiende sola lo dejó claro en Muere Otro Día y Cat Woman, pero en ambas lo hizo luciendo palmito y rezumando sensualidad.
Criada en un ambiente muy modesto, con un padre alcohólico y abusivo que abandonó a su familia, Halle Berry se refugió en el boxeo. Los fines de semana veía todos los combates y se imaginaba que hombres como Mohammed Alí, George Fleming y Sugar Ray Leonard eran parte de su familia, incluso fantaseaba con que eran sus padres.